Bartolomé es uno de los doce apóstoles de Jesús, también conocido como Natanael en el Evangelio de Juan. Aunque no se mencionan muchos detalles sobre su vida en las Escrituras, su llamado y su testimonio son significativos en el Nuevo Testamento.
Identidad de Bartolomé/Natanael
En los evangelios sinópticos (Mateo, Marcos y Lucas), se le menciona como Bartolomé. En el Evangelio de Juan, se le llama Natanael.
El Llamado de Bartolomé
Felipe, otro discípulo de Jesús, fue quien presentó a Natanael a Jesús. Al principio, Natanael era escéptico sobre Jesús debido a su origen en Nazaret, pero después de una breve conversación con Jesús, en la que Jesús demostró su conocimiento divino, Natanael confesó que Jesús era el Hijo de Dios y el Rey de Israel.
La Fe y el Compromiso de Bartolomé
Bartolomé es un ejemplo de fe y sinceridad. Jesús lo describió como «un verdadero israelita, en quien no hay engaño» (Juan 1: 47). Esta descripción subraya su integridad y honestidad, cualidades esenciales para un seguidor de Cristo.
Ministerio y Misión de Bartolomé
Después de la resurrección y ascensión de Jesús, Bartolomé fue uno de los discípulos que participaron en la difusión del Evangelio. La tradición cristiana sostiene que viajó a lugares lejanos, incluyendo India y Armenia, para predicar el Evangelio. Se cree que fue martirizado por su fe, demostrando su compromiso hasta el final.
Lecciones de la Vida de Bartolomé
Bartolomé, también conocido como Natanael, es un modelo de fe y dedicación. Su vida nos desafía a ser sinceros en nuestra fe, comprometidos con la verdad y dedicados a la misión de difundir el Evangelio. Aunque su nombre no es tan mencionado como el de otros discípulos, su impacto en la historia cristiana es significativo y digno de admiración.