Bezaleel y Aholiab fueron dos hombres mencionados en la Biblia, específicamente en el libro del Éxodo. Fueron escogidos por Dios para liderar la construcción del Tabernáculo, el lugar de adoración móvil del pueblo de Israel durante su peregrinaje en el desierto.
Según la narrativa bíblica, Bezaleel fue designado por Dios como el principal artífice y diseñador del Tabernáculo. Era un hábil artesano, lleno del Espíritu de Dios, y tenía experiencia en diversos oficios, como la carpintería, la orfebrería y el tejido. Dios lo capacitó y lo llenó de sabiduría para llevar a cabo la tarea de construir el Tabernáculo y todos sus accesorios según los diseños divinos.
Aholiab, por otro lado, fue escogido como colaborador de Bezaleel en la obra de construcción del Tabernáculo. También era hábil en diversos oficios artesanales y estaba lleno del Espíritu de Dios, lo que le permitía trabajar en armonía con Bezaleel y contribuir al proyecto de manera significativa.
Ambos hombres fueron llamados por Dios y dotados con habilidades especiales para cumplir una tarea sagrada: la construcción de un lugar de adoración donde Dios pudiera habitar en medio de su pueblo. Su liderazgo y habilidades fueron fundamentales para la realización exitosa de este proyecto, que representaba la presencia y la gloria de Dios entre los israelitas durante su travesía en el desierto.
