El mensaje del Libro de Miqueas es una compleja mezcla de juicio y esperanza. Por una parte, las profecías anuncian un juicio sobre Israel por la maldad social, el liderazgo corrupto, y la idolatría.
Este juicio debía culminar con la destrucción de Samaria y Jerusalén. Por otra parte, el libro proclama no solo la restauración de la nación, sino la transformación y exaltación de Israel y Jerusalén.
Los mensajes de esperanza y condenación no son necesariamente contradictorios, puesto que la restauración y transformación tienen lugar solo después del juicio.