El evangelio de Lucas tiene por objetivo comunicarnos la liberación que Jesús ha venido a otorgarnos a todos. Jesús es el Señor que libera, pero esa salvación que el Señor nos concede la realiza desde la misericordia. Jesús ejerce con el duro cobrador de impuestos el difícil arte de la ternura. La misericordia de Jesús se transforma en perdón y devuelve a la vida de Zaqueo la humanidad perdida.