El arrepentimiento, según la Biblia, es un cambio completo de mente y dirección en relación al pecado y a Dios. El arrepentimiento no es solo sentir tristeza por nuestros pecados, sino un cambio profundo que nos lleva a abandonar nuestros malos caminos y buscar la voluntad de Dios.
El arrepentimiento verdadero incluye una confesión sincera de nuestros pecados a Dios, una humildad profunda y una disposición a cambiar.