Antes de ser el líder de Israel Josué fue siervo de Moisés durante 40 años, y antes de entrar a conquistar la tierra prometida el Señor le recordó a Josué que él seguía bajo su autoridad, que el tenía que depender de Dios y de nadie más.
Nosotros tenemos que aprender a depender de Dios, someternos a su voluntad, y eso es lo que a muchos nos cuesta, porque queremos conquistar a nuestra manera, queremos hacer realidad nuestros sueños y proyectos sin preguntarnos si son las metas y proyectos que Dios tiene para nosotros.