Las decisiones de los padres afectan de manera irremediable a los hijos. Así sucede hoy y así sucedió en el jardín de Edén. El proceder rebelde de Adán y Eva causó un profundo impacto en toda la humanidad (Génesis 2:15, 16; 3:1-6; Romanos 5:12).
Pese a ello, cada uno de nosotros tenemos la oportunidad de establecer una buena relación con el Creador si optamos por hacerlo, como lo ilustra el relato de Caín y Abel, los primeros hermanos de la historia humana.